En esta etapa el niño necesita un tipo de actividades aun más estructuradas que le permitan desarrollar habilidades específicas para el deporte, las cuales sean divertidas y que pueda compartir con sus compañeros.
Las habilidades sociales y el autoestima se desarrollan al participar en actividades de canto, rimas, juegos con las manos y bailes; pues las habilidades de pensamiento e imaginación crecen cuando los niños se pueden expresar a través de la música.
En esta fase también pintamos, dibujamos, pegamos y creamos. Leemos cuentos y participamos en actividades de movimiento. Dando inicio a nuestro proceso lector, mediante juegos de conciencia fonológica, buscando que ellos le encuentren la sonoridad a las palabras y aumenten así el gusto por la lectura de textos cortos.
